En 1995, en las estanterías de algunas librerías apareció subrepticiamente un librito de páginas amarillas que, en apariencia, no tenía grandes pretenciones. Fue publicado por Editorial Cuatro Vientos y llevaba por nombre El Oráculo del Guerrero. Es pequeño, de poco más de diez centímetros de altura. Cabría en cualquier parte; incluso en el interior de un bolsillo correría el riesgo de extraviarse. Fue escrito por un joven de nombre evocador: Lucas Estrella.
Después de llamar la atención de algunos curiosos, El Oráculo del Guerrero comenzó a traspasarse de mano en mano; a ser leído en las calles, en el Metro, en las reuniones de amigos. Durante las fiestas de fin de año, con su ayuda, magos improvisados vaticinaron el futuro. Luego, algunos le concedieron vida propia. Pintaron los números de sus capítulos en semillas o porotos, los gurdaron en una bolsita y los llevan consigo dentro del bolsillo izquierdo de su camisa, cerca del corazón.
En septiembre de este año, El Oráculo del Guerrero fue reeditado en Nueva York por St Martin's Press, traducido al inglés y, finalmente ilustrado con hermosas imágenes orientales. Quisimos conocer a su autor, quien -al calor de la vieja tradición del guerrero- está trenzando los espíritus de cientos de personas que no se conocen, o quizá... aún no se recuerdan.
"Soy un aprendiz de guerrero"
Cuesta adivinar quién es Lucas Estrella. A cada pregunta responde primero con un silencio. Luego, comienza a hablar pausadamente, midiendo cada palabra con la mesura de un anciano. De pronto, cuando algo le parece gracioso, ríe travieso. Lucas Estrella tiene una voz dulce, profunda, que acaricia mientras habla. Su cabello ya tiene canas. Pero esa gruesa barba que le cubre los pómulos esconde el rostro de un niño. Nació en Argentina y desde los siete vive en Chile.
Es investigador de ciencias biológicas y ecológicas, con estudios en Estados Unidos y Alemania. Políglota y ensayista, está familiarizado con las artes marciales, además de ser practicante de budismo y sentirse humildemente hermano de monjes guerreros, como los shaolín. Se define como un "aprendiz de guerrero que está todo el tiempo tratando de mantenerse centrado, que busca empequeñecer su ego, pulverizarlo y esparcirlo por el viento".
Para Lucas Estrella, escribir El Oráculo del Guerrero significó sus buscar raíces: "El escribirlo, implicó tomar la decisión de reconocer que de esta tradición vengo y hacia esa tradición voy. Fue buscar un mañana. Escribir El Oráculo definió el mar en el cual nado, la corriente en la que yo fluyo".
- ¿Qué hace un científico proveniente de las ciencias exactas en el mundo de la magia, de los oráculos y los guerreros?
- Mi camino se está apartando a pasos agigantados de la ciencia. Me siento desencantado...
- Jodorowsky afirma que el nombre le concede la identidad al ser humano. ¿Qué implica para ti llevar por nombre uno tan sugerente como el de Lucas Estrella?
- Ese es mi nombre de nacimiento. No es inventado Es el nombre que me regalaron mis padres... Pero en todo caso, creo que mi tarea está fuertemente marcada por el apellido Estrella. En la medida en que uno entre las tinieblas, le muestra un rumbo a la gente, una manera de hacer las cosas..., a mirar el cielo y decirles que no todo se restringe a esto..., que hay otra forma de vivir, esa acción puede ser como la luz de las estrellas.
- Qué puedes decir respecto del conocimiento que entrega El Oráculo...?
- Todo ese conocimiento no es mío ni me pertenece. No soy un sabio, ni un gurú ni un maestro de nadie ni de nada. Si las palabras de El Oráculo tañen tus cuerdas interiores es porque esa sabiduría es tuya, no mía. El Oráculo es simplemente un espejito de bolsillo. Todo lo que estamos hablando son solo palabras. No debemos dejarnos engañar ni deslumbrar por fuegos de artificio. Ni una de ellas tiene sentido si no se pone en práctica. Hablar, escribir, es fácil. Engañar, vender el cuento es fácil. Lo veraderamente difícil es vivir de acuerdo con lo que estamos conversando. Con eso estoy. El guerrero busca el pan, no las migajas. En cada palabra de este libro están presentes las enseñanzas de las artes marciales. Lucas Estrella explica que El Oráculo tiene como finrescatar un cuerpo de conocimientos teóricos que subyace en la práctica de este milenario arte, que a menudo se desvirtúa en forma aberrante.
- ¿Por qué creaste El Oráculo del Guerrero?
- Esa es la pregunta que más veces me han hecho en la vida. Hay varias razones. La más imposrtante es que tengo la firme convicción de que uno tiene que buscar un conocimiento propio. El Oráculo es un llamado a entender que uno no necesita ir a otro lugar, otro país, ni adoptar otra condición; que no hace falta nada más de lo que uno tiene para ser libre. Tenemos en las manos todo lo que necesitamos para empezar. Es un llamado para que cada uno recobre el mirarse a sí mismo.
- ¿En qué radica el poder de El Oráculo? ¿Por qué posee el don de interpretar lo que el lector está sintiendo?
- En el fondo El Oráculo es un espejo.
- ¿Eso quiere decir que en cada página en donde el lector se detenga y mire, se va a encontrar?
- Sí
- ¿Pero que papel juega la casualidad?
- Yo no creo en la casualidad. Existe un azar inteligente. Hay algo en las manos de uno que, cuando elige una carta de tarot, cuando elige un papelito, está sacando lo que tiene que sacar. Tal vez existe algo dentro de uno que busca una manera de cristalizar lo que ya se sabe.
- ¿Qué significa ser un guerrero?
- Como guerrero, uno está obligado a cultivar permanentemente el conocimiento, la compasión y la valentía. Estos son los tres pilares fundamentales que involucra el camino del guerrero. Si le falta alguno de ellos es un guerrero cojo. Un guerrero sin compasión es un guerrero salvaje. Un guerrero sin arrojo es un guerrero cobarde. Y sin sabiduría es un guerrero ciego.
- ¿Cuál es la batalla de un guerrero?
- La primera y la última batalla de un guerrero es la que libra siempre contra su ego, el que está permanentemente demandándole que haga esto o lo otro para complacerlo, llenarlo, engrandecerlo. Todo aprendiz de guerrero tiene que entender que lo primero, y tal vez lo último que haga sobre esta tierra, va a ser siempre estar en guardia, luchando contra su propio yo. Esa es la batalla del guerrero... y no sé si tendrá fin.
Después de llamar la atención de algunos curiosos, El Oráculo del Guerrero comenzó a traspasarse de mano en mano; a ser leído en las calles, en el Metro, en las reuniones de amigos. Durante las fiestas de fin de año, con su ayuda, magos improvisados vaticinaron el futuro. Luego, algunos le concedieron vida propia. Pintaron los números de sus capítulos en semillas o porotos, los gurdaron en una bolsita y los llevan consigo dentro del bolsillo izquierdo de su camisa, cerca del corazón.
En septiembre de este año, El Oráculo del Guerrero fue reeditado en Nueva York por St Martin's Press, traducido al inglés y, finalmente ilustrado con hermosas imágenes orientales. Quisimos conocer a su autor, quien -al calor de la vieja tradición del guerrero- está trenzando los espíritus de cientos de personas que no se conocen, o quizá... aún no se recuerdan.
"Soy un aprendiz de guerrero"
Cuesta adivinar quién es Lucas Estrella. A cada pregunta responde primero con un silencio. Luego, comienza a hablar pausadamente, midiendo cada palabra con la mesura de un anciano. De pronto, cuando algo le parece gracioso, ríe travieso. Lucas Estrella tiene una voz dulce, profunda, que acaricia mientras habla. Su cabello ya tiene canas. Pero esa gruesa barba que le cubre los pómulos esconde el rostro de un niño. Nació en Argentina y desde los siete vive en Chile.
Es investigador de ciencias biológicas y ecológicas, con estudios en Estados Unidos y Alemania. Políglota y ensayista, está familiarizado con las artes marciales, además de ser practicante de budismo y sentirse humildemente hermano de monjes guerreros, como los shaolín. Se define como un "aprendiz de guerrero que está todo el tiempo tratando de mantenerse centrado, que busca empequeñecer su ego, pulverizarlo y esparcirlo por el viento".
Para Lucas Estrella, escribir El Oráculo del Guerrero significó sus buscar raíces: "El escribirlo, implicó tomar la decisión de reconocer que de esta tradición vengo y hacia esa tradición voy. Fue buscar un mañana. Escribir El Oráculo definió el mar en el cual nado, la corriente en la que yo fluyo".
- ¿Qué hace un científico proveniente de las ciencias exactas en el mundo de la magia, de los oráculos y los guerreros?
- Mi camino se está apartando a pasos agigantados de la ciencia. Me siento desencantado...
- Jodorowsky afirma que el nombre le concede la identidad al ser humano. ¿Qué implica para ti llevar por nombre uno tan sugerente como el de Lucas Estrella?
- Ese es mi nombre de nacimiento. No es inventado Es el nombre que me regalaron mis padres... Pero en todo caso, creo que mi tarea está fuertemente marcada por el apellido Estrella. En la medida en que uno entre las tinieblas, le muestra un rumbo a la gente, una manera de hacer las cosas..., a mirar el cielo y decirles que no todo se restringe a esto..., que hay otra forma de vivir, esa acción puede ser como la luz de las estrellas.
- Qué puedes decir respecto del conocimiento que entrega El Oráculo...?
- Todo ese conocimiento no es mío ni me pertenece. No soy un sabio, ni un gurú ni un maestro de nadie ni de nada. Si las palabras de El Oráculo tañen tus cuerdas interiores es porque esa sabiduría es tuya, no mía. El Oráculo es simplemente un espejito de bolsillo. Todo lo que estamos hablando son solo palabras. No debemos dejarnos engañar ni deslumbrar por fuegos de artificio. Ni una de ellas tiene sentido si no se pone en práctica. Hablar, escribir, es fácil. Engañar, vender el cuento es fácil. Lo veraderamente difícil es vivir de acuerdo con lo que estamos conversando. Con eso estoy. El guerrero busca el pan, no las migajas. En cada palabra de este libro están presentes las enseñanzas de las artes marciales. Lucas Estrella explica que El Oráculo tiene como finrescatar un cuerpo de conocimientos teóricos que subyace en la práctica de este milenario arte, que a menudo se desvirtúa en forma aberrante.
- ¿Por qué creaste El Oráculo del Guerrero?
- Esa es la pregunta que más veces me han hecho en la vida. Hay varias razones. La más imposrtante es que tengo la firme convicción de que uno tiene que buscar un conocimiento propio. El Oráculo es un llamado a entender que uno no necesita ir a otro lugar, otro país, ni adoptar otra condición; que no hace falta nada más de lo que uno tiene para ser libre. Tenemos en las manos todo lo que necesitamos para empezar. Es un llamado para que cada uno recobre el mirarse a sí mismo.
- ¿En qué radica el poder de El Oráculo? ¿Por qué posee el don de interpretar lo que el lector está sintiendo?
- En el fondo El Oráculo es un espejo.
- ¿Eso quiere decir que en cada página en donde el lector se detenga y mire, se va a encontrar?
- Sí
- ¿Pero que papel juega la casualidad?
- Yo no creo en la casualidad. Existe un azar inteligente. Hay algo en las manos de uno que, cuando elige una carta de tarot, cuando elige un papelito, está sacando lo que tiene que sacar. Tal vez existe algo dentro de uno que busca una manera de cristalizar lo que ya se sabe.
- ¿Qué significa ser un guerrero?
- Como guerrero, uno está obligado a cultivar permanentemente el conocimiento, la compasión y la valentía. Estos son los tres pilares fundamentales que involucra el camino del guerrero. Si le falta alguno de ellos es un guerrero cojo. Un guerrero sin compasión es un guerrero salvaje. Un guerrero sin arrojo es un guerrero cobarde. Y sin sabiduría es un guerrero ciego.
- ¿Cuál es la batalla de un guerrero?
- La primera y la última batalla de un guerrero es la que libra siempre contra su ego, el que está permanentemente demandándole que haga esto o lo otro para complacerlo, llenarlo, engrandecerlo. Todo aprendiz de guerrero tiene que entender que lo primero, y tal vez lo último que haga sobre esta tierra, va a ser siempre estar en guardia, luchando contra su propio yo. Esa es la batalla del guerrero... y no sé si tendrá fin.
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1 comentario:
Gran reseña del libro y del trabajo del autor, personalmente considero un gran maestro a Lucas Estrella. Si no es molestia, dejé en mi nombre de comentario un enlace al libro online, autorizado por el autor. Un gran saludo.
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