martes, 24 de junio de 2008

LOS CINCO TIBETANOS DE LA ETERNA JUVENTUD



Estos Ritos Tibetanos o Ejercicios Tibetanos concenden la Eterna Juventud
a quien pone énfasis en su práctica. Los cinco Ritos Tibetanos no son ejercicios
de desarrollo muscular, su objetivo es muy diferente, se busca incrementar la vibración y giro de cada Chakra, para recuperar la juventud, la fuerza y la virilidad que teníamos a los 25 años.

La salud y la juventud se pierden al reducirse la velocidad de giro de l
os siete Chakras y la diferencia armónica de giro entre cada uno, ya que su reducción es desigual, lo que afecta más la salud y produce el envejecimiento prematuro.

Es indispensable el practicar diariamente los ritos. Al menos durante los primeros 4 meses, se recomienda hacer los ejercicios tibetanos
una vez al día, ya sea en la mañana o en la noche, 21 repeticiones seguidas cada uno, lo que te llevará unos 10 minutos. Después puedes hacerlo 2 veces al día, en la mañana y en la noche. También es muy bueno el tomar un baño con agua tibia después de hacer los ejercicios, pero nunca debe ser frío. Cada ejercicio por sí solo, beneficia la salud y el rejuvenecimiento del individuo, los 5 juntos tienen gran poder.


RITO TIBETANO NÚMERO UNO

Este rito consiste en un ejercicio de giros con los brazos sostenidos en forma horizontal, girando completo en tal posición, de izquierda a derecha, igual que como se mueven las manecillas del reloj. Los giros deben ser rápidos y continuados. Al practicarlo uno sentirá un movimiento de energía interna que da la sensación de elevarse y también se puede sentir mareo. Un ligero mareo es normal, si notas que te vas a caer suspendes el giro y colocas las manos en ambas caderas, haces 2 ó 3 respiraciones profundas y te sentirás equilibrado. Cada persona puede tener resistencia a más o menos giros, la primera vez que lo practicas, es importante el iniciar con el número de veces que uno se sienta bien, sin mareos excesivos, y cada día ir incrementando el número de vueltas, hasta que se puedan hacer las 21. Los Derviches Sufís, practican el rito de la danza constante de izquierda a derecha y hacen los giros cientos de veces. Al dominar el ejercicio, ellos se encuentran girando a un nivel de consciencia acrecentada, han superado las leyes de la materia y sienten que están volando, suspendidos en un éxtasis extraordinario y místico. Al hacer este primer rito, estamos estimulando los Chakras Sahasrara, Ajna y Vishuddha. Tras ser estimulados, estos tres Chakras por afinidad hacen vibrar en simpatía a Anahata y Manipura, y debido a la energía dinámica de los giros, los Chakras Swadhisthana y Muladhara. La extraordinaria estimulación energética que se produce con la enfática practica del primer rito, hace que el practicante tenga una especie de experiencia mística o espiritual. En resumen, este ejercicio estimula los siete Chakras.

RITO TIBETANO NUMERO DOS

Inmediatamente después de terminar el rito 1, nos paramos, colocando ambas manos en las caderas, respiramos profundamente varias veces, hasta sentirnos mejor y procedemos de inmediato a continuar con el rito. Este rito logra una estimulación más profunda de los Chakras y consiste en acostarse boca arriba, colocando las 2 palmas de las manos debajo de los glúteos y con las piernas estiradas, sin doblar las rodillas, subes las piernas doblándolas tratando de tocar tu cabeza; después las bajas y vuelves a repetirlo, hasta completar 21 repeticiones seguidas, relajando todo el cuerpo en cada repetición (si tras intentarlo no te es posible hacer las 21 seguidas, dividelas). Es conveniente que el ejercicio lo hagas sobre una superficie dura, o en la alfombra, nunca en el suelo frío. Si nunca has hecho este ejercicio, puedes elevar las piernas con las rodillas dobladas, hasta que puedas ir subiendo las piernas sin doblar las rodillas, practicándolo diario, podrás lograrlo antes de 1 mes.

RITO TIBETANO NUMERO TRES

Al terminar el rito núm. 2, te paras y colocas las manos en tus caderas y realizas 2 ó 3 respiraciones profundas para recuperar el aliento y después continuar con el presente rito. Este rito estimulará los Chakras Swadhisthana, Muladhara y Vishuddha, especialmente Muladhara. Consiste en ponerte de rodillas, con los brazos sueltos a los lados del cuerpo, bajando la barbilla hacia abajo, tratando de tocar el cuello y después te doblas hacia atrás doblando el cuello lo más que puedas, al igual que la espalda, colocas las manos en la parte posterior de tus muslos. Lo ideal es hacer las 21 repeticiones seguidas. Debes hacerlo lentamente, evitando movimientos bruscos que puedan lastimarte. Si tienes alguna lesión en el cuello, consulta a tu quiropráctico antes de hacerlo, para tu mayor seguridad.

RITO TIBETANO NUMERO CUATRO

Al terminar el tercer rito, te vuelves a parar colocando las dos manos en ambas caderas y respiras profundamente para recuperar el aliento. Una vez logrado inicias el rito número cuatro que estimulará los Chakras Vishuddha, Muladhara, Anahata y Manipura. Consiste en sentarte en el suelo con las piernas estiradas y las palmas de ambas manos apoyadas en el piso, la cabeza inclinada hacia el pecho. Ahora doblas las rodillas impulsándote hacia arriba, poniendo horizontal tu cuerpo, desde las rodillas hasta la cabeza, doblando el cuello hacia atrás. Como de costumbre intentarás hacer 21 repeticiones. Al extender el cuerpo al subir, tensa los músculos de tu cuerpo, cuidando el no lastimarte al hacerlo. Este ejercicio es el más difícil de los 5, pero en la práctica, puede dominarse también.

RITO TIBETANO NUMERO CINCO

Al igual que en los anteriores ritos, al terminar, colócate de pie, con las manos sobre la cintura y respira profundamente, para recuperar el aliento y poder continuar con el último de los ejercicios. Este ejercicio estimulará los 7 Vórtices o Chakras en su conjunto. Consiste en acostarse en posición boca abajo, como si fueras a hacer ejercicios de lagartijas, con la diferencia que impulsarás la cadera hacia arriba estirando brazos y piernas, para después bajar arqueando la espalda y doblando el cuello hacia arriba. No deberás tocar el piso para nada durante el ejercicio. Al igual que los demás ritos, Si puedes hazlo de una vez, en caso contrario, dibide el numero hasta llegar a 21.

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