"Mi primer afán al estudiar el Evangelio —señala Alejandro Jodorowsky— es exaltarlo al buscar las más bellas interpretaciones posibles. Estoy muy consciente de que se trata de un trabajo sin fin porque uno siempre podrá encontrar una belleza mayor. Es como en el Tarot: hace falta comenzar y nunca cejar (...) Mi manera de proceder no pertenece a ninguna escuela."
Una de las razones que lo impulsó a explorar el Evangelio fue que "vivimos en un mundo materialista desprovisto de moral"; y explica: "Las leyes que nos rigen no son `morales'. La bondad no aparece en sus líneas. Las leyes están hechas para proteger al más fuerte (...) El que impone su fuerza es respetado y honrado; admiramos su inteligencia y su éxito. Por el contrario, la víctima es despreciada porque se dejó engañar."
El controvertido escritor señala que "nos encontramos en una sociedad criminal que destruye al ser", y contundentemente afirma: "Es la conspiración contra el despertar (...) Un individuo es considerado enemigo en el momento en que se atreve a cultivar una sensibilidad, una conciencia, una creatividad propias, en el momento en que osa convertirse en sí mismo."
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